Este trabajo estudia la asociación que existe entre el nivel educativo y la interrupción legal del embarazo mediante la implementación de una serie de modelos del tipo logit. Utilizando una muestra de más de 70,000 mujeres de entre 11 y 53 años de edad para el periodo comprendido entre enero 2016 y mayo 2020, se encuentra que las mujeres más educadas son más propensas a abortar por convicción y no por necesidad y/o presión social. Además, se muestra que existen otros factores relacionados al aborto inducido, tales como el acceso a los servicios de salud, la remuneración en el trabajo, así como el uso de anticonceptivos, la edad de inicio de la vida sexual, el número de hijos, el número de abortos previos y la religión. El análisis confirma varios de los resultados obtenidos previamente en la literatura empírica y documental y aporta al debate sobre la despenalización sobre el aborto en México.